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¡Escuchad la palabra del Señor,
    vosotros que tembláis ante su palabra!:
«Así dicen vuestros hermanos que os odian
    y os excluyen por causa de mi nombre:
“¡Que el Señor sea glorificado,
    para que veamos vuestra alegría!”
    Pero ellos serán los avergonzados.
Una voz resuena desde la ciudad,
    una voz surge del templo:
Es la voz del Señor
    que da a sus enemigos su merecido.

»Antes de estar con dolores de parto,
    Jerusalén tuvo un hijo;
antes que le llegaran los dolores,
    dio a luz un varón.

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